El Presidente del Córdoba CF se desplaza a Castro del Río para dar una charla coloquio a los aficionados castreños
La Gran Peña Cordobesista de Castro del Río ha organizado una charla coloquio en la Biblioteca Municipal donde ha intervenido, el presidente del Córdoba, Javier González Calvo, acompañado en la mesa de oradores por el presidente de la peña Cristóbal Gálvez, la presidenta de la Federación de Peñas del Córdoba CF, Inmaculada Atienza, el concejal de deportes de la localidad, Francisco García, y el alcalde, Julio Criado.
Antes de la charla coloquio el presidente ha sido recibido en el ayuntamiento por el Alcalde y toda la corporación municipal, que tras la firma del presidente Javier Gonzáez, en el libro de oro de la localidad, han dirigido unas palabras a los asistentes desde el salón de plenos, donde han intervenido, el presidente de la Gran Peña, Cristóbal Gálvez, los concejales presentes, el presidente del Córdoba y el alcalde de la localidad.
Finalizado el acto protocolario, se ha pasado a la Biblioteca Municipal, donde esperaban gran número de peñistas y aficionados cordobesistas, para rendir homenaje al Córdoba CF por su ascenso y al mismo tiempo agradecer los buenos momentos en la presente campaña, a la vez que desearle la mejor para la venidera, todo ello en palabras del presidente de la peña que daba la bienvenida a los asistentes de este modo. La presidenta de la Federación de Peñas, Inmaculada Atienza, felicitó a la peña de Castro del Río por el buen trabajo que está realizando y tanto el concejal de deportes como el Alcalde han agradecido a Javier González Calvo, primero su asistencia y posteriormente las palabras que ha tenido para facilitar la colaboración tanto con la peña como con el ayuntamiento desde la entidad blanquiverde.
Javier González, ha resumido lo que ha sido la presente campaña, ha informado, en lo posible lo que piensa que sea la venidera y ha respondido las preguntas que algunos aficionados le han hecho, principalmente de la cantera, para finalizar con una entrega de recuerdos y una copita de vino de la tierra.
Un acto muy bien preparado, emotivo y con gran sentimiento, donde se respiraban los colores blanquiverdes por todas partes.