Valladolid 2 – Córdoba 1

Otro partido que afronta el Córdoba como una final, en el que los cordobesistas merecen bastante más, pero la falta de puntería y los fallos defensivos no permiten que sume nada positivo en tierras pucelanas.

El partido se iniciaba con un dominio alterno donde ninguno de los dos equipos creaba ocasiones de gol, solo algún tiro lejano que detenían sin dificultad los porteros o remates de los delanteros que no llegaban entre los tres palos.

A los 25 minutos una recuperación de los locales permite al delantero Arnaiz conseguir el primer tanto local con el que se llegaba al descanso, a pesar de que los visitantes lo intentaron con remates de Luso y Caro que salieron fuera por poco y la ocasión más clara llega la filo del descanso cuando Javi Lara lanza una falta lateral lejana que sorprende al meta, pero se estrella en el larguero.

En la segunda parte parece que el Córdoba domina la situación y busca el empate, pero la falta de puntería y la buena aplicación defensiva de los locales lo impiden. El Córdoba pretende salir jugando desde la defensa y crear el juego desde atrás, y un fallo en el pase permite a Mata sortear el meta Kieszek y marcar el segundo para los locales. Los visitantes lo siguen intentando y obtienen su fruto cinco minutos después al rematar Alfaro una buena jugada entre Caro y Rodri. Resultado con el que se llegaría al final del encuentro.

Un partido más en el que se juega mejor que los rivales, pero los despistes defensivos y la falta de acierto en el ataque nos priva de sumar puntos y nos deja en zona peligrosa cara al partido de la próxima semana.

Real Valladolid: Isaac Becerra, Moyano, Rafa, Álex Pérez, Balbi, Guitián, José Hernáiz, Joan Jordán, Míchel, Mata y De Tomás.

Córdoba: Kieszek; Caro, Rodas (Luso, 5’), Deivid, Bergdich (Alfaro, 60’); Edu Ramos (Markovic, 75’), Aguza; Pedro Ríos, Javi Lara, Galán; y Rodri.

GOLES: 1-0 (25’) José Arnáiz; 2-0 (70’) Jaime Mata; 2-1 (75’) Alfaro.

ÁRBITRO: González Fuertes del comité asturiano, amonestó a los visitantes Luso y Deivid.